Aquí estoy, por fin, bajo este Sol radiante; los ojos inundados de ríos poderosos.
Sumergido en el perfume agreste de este aire.
Aquí es donde voy a quedarme a compartir los días con las germinaciones, las bandadas y los nacimientos.
Escuchando sólo palabras verdaderas;
Nombrando a las cosas por sus nombres;
Aquí me encenderé, y sabré quién soy; para qué vine...
Y me crecerá el misterioso y terrible sabor de Ser, junto con lo otro
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